La vocación según papa Francisco
La llamada del Señor no es una intromisión de Dios en nuestra libertad; no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar en un gran proyecto: «Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Vayan siempre más allá, hacia las cosas grandes. Pongan en juego su vida por los grandes ideales»